una sonrisa que no conozco.
Esperar un no se qué,
para alegrar un no sé cuánto.
Ir al refugio de las sombras,
al rincón de la vergüenza.
Visitar el desagüe del mundo,
en una barriada del infierno.
Es extraño extrañar,
la evolución de las estrellas.
Mirar el segundero del tiempo,
después de un cruces de miradas.
Vivir al otro lado de la vida,
con la capa que todo lo tapa.
Detener el remolino de un charco
y sin saber, no se hace nada.
Es extraño el olor a despedida,
la estantería de los regalos.
El callejón de la memoria,
en la habitación de la soledad.
Es el blues de la rotonda,
que le ruega que se calle,
que le pide que se esconda.
Es extraño extrañar,
los cuernos de la luna.
En un océano de gritos,
una isla en medio de la nada.
Ya sabes:
¡Dios los cría y el viento los amontona!
Tú tan tú... y yo tan de ti.
©️ILS2022
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