con brillo en la mirada,
grietas en la piel,
y dulzura en el corazón de la libertad.
Nuestra casa se iluminaba cada noche,
con el brillo de la felicidad.
Gotas de rocío,
sonrisas arenosas,
que brillaban como luces de neón.
Éramos libres,
almas de brisa fresca,
mirada profunda
y el cabello al viento de la pasión.
Meandros de poesía,
que pasan la vida,
navegando entre lo que se quiere y lo que siente.
Éramos el orden del caos,
lucha y vida de un amor que vive su tiempo.
Éramos tú yo.
Dos amantes en la vida real.
Luchando por el amor.
Dos almas que encendíamos la vida,
y apagamos las penas.
Ángeles del amor,
cuerpos celestiales.
Éramos dos gotas de lluvia,
dos rayos de sol.
El eco del deseo.
Éramos tan pasionales que dormíamos con red de seguridad.
Teníamos las paredes acolchadas.
Extintores cerca,
y una UVI en el portal.
ILS
