Dice el algoritmo, que nunca estaré contigo.
Qué yo cambiaré de sentido antes de cruzar aquella calle en la que coincidíamos.
Que no tomaremos café en aquella cafetería.
Los recuerdos, no dan crédito y quieren hacer una huelga de hambre.
Los sentimientos se sienten defraudados, y mi corazón hace días que no me habla.
Dice
mi memoria que no acepta éste cambio y me habla de tongo, de trampas,
de traición. La razón tiene dudas y por una vez se ha puesto de acuerdo
con el corazón.
La locura mira atónita a mi cordura, ¡no entiende nada! las cuentas no me salen. ¡Vaya mierda de mundo! ¡Vaya canallada!
En fin, chaval, dile al algoritmo y a la madre que lo parió, ¡que le vayan dando!
¡Seguiré soñando contigo, seguiré pensando que eres lo más bonito que me está pasando!
