Ven

Ven y vuela conmigo, ven y deja que pase. 

Deja en silencio éste grito, hasta que llegue el momento.

Deja que sueñen los otros, deja que sepan lo nuestro. Ya viviremos nosotros, cuándo sea el encuentro.

Ven y observa mi mundo, verás mi casa del cielo. Tendremos un huerto de estrellas, llenito de vid y sarmiento.

Ven y duerme a mi lado

Deja sentir el abrazo. Ocupa éste espacio vacío, que está sufriendo por dentro.

Ven y guarda éste beso, beso eterno y sincero.

Brota de mi boca, la melodía de un sentimiento

Ven y viaja conmigo, iremos Paris, La Toscana o al Bolsón.

O quizás, podremos visitar cualquier constelación.

¡Ven y vuela conmigo!

Las manías del amor

Tenía esa extraña manía de enamorarme cada día. 

Tenía una sonrisa perfecta, tenía belleza y decisión, así que le di la llave de mi casa, le di también la de mi corazón. 

Le di mis sueños, mis alegrías y mi felicidad. 

Le di mis virtudes, mis defectos y manías, le di todo mi tiempo, mis noches y mis días, le di media vida y la otra mitad.

Me devolvió una sonrisa y mi mundo se sobrecogió, me dió tiempo y se me curaron los vacíos. 

Las sombras movedizas, desaparecieron. Me dejé querer, me dejé llevar por los caprichos del amor y del placer.

©ILS

Sonrisa

Se miraron a los ojos y hablaron sin hablar. Se dijeron tantas cosas, que sintieron la verdad. 

El sentimiento dió paso a las miradas, la risas al abrazo y las caricias al sexo. 

Les ardian las manos. les ardían las ganas, el tiempo perdido y los días lejanos.

Hablaron de lo vivido, hablaron de lo soñado. 

Sabían que éste día, llegaría tarde o temprano.

Él quería quererla siempre, ella no perderlo jamás. 

Ella dibujó una sonrisa, él le dió color y la inmortalizó.

Falsa dama

Era una dama de mil destellos, de sombra alargada, de pelo rojizo y oscuros deseos. 

Era una dama de extraña llegada, de fácil mentira y risa doblada. 

Dama uniformada, de llanto interesado, pedigüeña, fría y hogareña. 

Dama que no desiste, que no abandona, que mira su viaje de ida y vuelta, su cuota de perfume de moda. 

Dama de alegre traición, sin reparos, motivos, ni corazón. 

De careta sin costuras y oscuras intenciones.

Era la dama de las mil mentiras, de las mil sonrisas, caprichos, y engaños.

Continúa tú camino con tus manías, con tus extraños, con tú vida, con el paso de los años.

©ILS

¡A lo mejor!

A lo mejor, no supe quererte como querias que te quisiera. Pero no sabía querer de otra manera. 

A lo mejor, en mi obstinación, preferí quererte así, con el alma y el corazón. 

A lo mejor, no supe sentir como querías que te sintiera. Pero no sabía sentir a la ligera.

A lo mejor me equivoqué y el mismo viento que empuja las velas, ahora esparce las cenizas de aquello qué pudo ser y no fue. 

A lo mejor ahora mis sueños soñaran libres, mi corazón descansará y las pesadillas dormiran en el sofá.

©ILS

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Paisajes en el cristal

Aguas de fríos mares, olas de cresta blanca, azote de fuertes vientos, tormenta de realidades.

  

Playas de arena y roca, hechizo de oscura huella, besos de las marea, cita de hostilidades.

Valles de verde hierba, cumbres de altas cimas.

Lejanos son los lugares, bosque de soledades.

 

Abismo de sentimientos, silencio de las mañanas.

Terrenos de amor y fuego.

aullido de inmensidades.

Manto de oscura noche, eterno baile de estrellas.

Bailan granizo y viento, ritmo de tempestades.

Fugaz luz del rayo,

enfado de mar y tierra.

Ruido de los silencios, noches de vendavales.

Silencios de piedra y vida, lágrimas de sol y lluvia. 

Caricias de sombra y tiempo, dibujos en los cristales.

  

Sigue

Sigue mirando la estrella, sigue pensando que sí. Sigue cruzando los dedos, para encontrarse con ella. 

Sueña que besa sus labios, sueña que es buena ocasión.

Le escribe en el pecho un poema, lo firma con un corazón.

Versos que salen del alma, llenando el cielo de amor. Versos que saben a fresas, miel y limón.

Quiere bailar con la luna, quiere llegar hasta el sol. Vuelve a pensar que le quiere, vuelve a sentir su calor.

Busca en su piel el recuerdo,  quiere pensar que fue cierto.

Cruza los mares del tiempo, hasta llegar a su lado.

Y entre silencio y silencio, le escribe un te quiero en el aire.

Aprendí

Aprendí a volar mientras caía, a soñar cuando imaginaba, aprendí a sentirte a todas horas, a quererte noche y día.

Aprendí a dormir abrazado a tú cintura, a ser tu amante, tú amigo fiel, tú acompañante.

Aprendí a zurcir los sinsabores de la vida, a moverme por el tiempo, a disfrutar los momentos que avivan los amores.

Aprendí a quererte en verso, a soñarte en prosa, a ser el que te ama, el que te mima, que te desea, y te regala el universo.

Aprendí a aceptar esta locura, la alargada fantasía, de la luna clara, de la luna oscura.

©ILS