Se miraron a los ojos y hablaron sin hablar. Se dijeron tantas cosas, que sintieron la verdad.
El sentimiento dió paso a las miradas, la risas al abrazo y las caricias al sexo.
Les ardian las manos. les ardían las ganas, el tiempo perdido y los días lejanos.
Hablaron de lo vivido, hablaron de lo soñado.
Sabían que éste día, llegaría tarde o temprano.
Él quería quererla siempre, ella no perderlo jamás.
Ella dibujó una sonrisa, él le dió color y la inmortalizó.
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