y un as para un tres.
Una noche demasiado oscura,
y un mañana que no llega.
Un charco muy profundo,
y el plan que sale al revés.
Un bache en el camino,
un día de calor, y un radar cabroncete.
Un agujero negro,
el clásico político, que promete, promete,
y luego a saber ¡por dónde te la mete!
Queda un silencio sepulcral,
un quizás que sabe a poco,
y el inmenso espacio sideral.
Siempre quedan las canciones de la tuna,
los vacíos difíciles de llenar.
Un recuerdo caducado,
y esa risa tonta e inoportuna.
©ILS2022
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