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sábado, 16 de julio de 2022

Los abajo firmantes

Los abajo firmantes, juramos y perjuramos, 
que la vida de hoy, no tiene nada que ver con la de antes.
Las calles nos rendían honores, 
eran nuestro campo de batalla, 
nuestro estadio, 
y el testigo mudo de miradas y amores.
No había móvil, ni falta que nos hacía.
Veíamos a los amigos en el colegio o en la calle, 
pero estábamos siempre localizados.
Era todo una maravilla, 
jugábamos a divertirnos,
y nuestra diversión 
se convertía en alegría.
Fabricabamos muchos de nuestros juguetes, 
sin tecnología, sin pilas, ni tanta tontería.

Los abajo firmantes, conocíamos el respeto, 
la cortesía y el sentido de la amistad.
¡Teníamos el corazón gigante!
La calle era nuestro ring, 
el recinto de juegos, la villa, 
el trompo, las canicas, 
al huevo pico o araña, o la rayuela. 
Éramos trastos sin maldad, 
éramos inocentes con pillería.
El pretil, muestro trampolín, 
nuestra playa, la piscina de la ciudad.
No teníamos ordenador 
y nuestras tablets eran de pizarra. 
La tecnología era un bolígrafo 
que al volcarlo, la vista nos alegraba.

Los abajo firmantes jugábamos al fútbol en el equipo de barrio, 
diseñábamos nuestro propio escudo 
y comprábamos las camisetas.
El árbitro no existía, 
pero llegado el momento todos decidíamos, 
la falta, el penalti o el fuera de juego.
Éramos felices, éramos incluso raros, 
nos divertíamos con una caña y dos corchos, 
o con un hierro en forma de gancho y un aro.
¡Tú bien sabes de lo que hablo!
Después llegamos a la pubertad 
y el mundo nos dió una vuelta. 
©️ILS2022
Firmamos?
#Quetiemposaquellos
#Recuerdos
#Libertad




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