La clase politica

El otro día escuchando un programa de radio, en concreto el programa Julia en la Onda, ésta hacia, como hace muchas veces un ejercicio de auditoría, dejando que los oyentes den su opinión sobre los tertulianos de las distintas secciones que tiene el programa en sus tres horas y me llamo la atención que todos los que llamaron decían que no querían entrevistas a políticos. Fue muy curioso, de las cuarenta o cincuenta llamadas, mail, twitter o a través del facebook, la gente fue opinando, eligiendo quienes eran los mejores y los peores y el porque, pero el cien por cien decía lo mismo sobre la clase política. No quieren que Julia entreviste a políticos ¿Será porque son predecibles? ¿Será que estamos cansados de que nos digan siempre lo mismo? ¿Será porque siempre le dan la vuelta a las encuestas para que soplen a su favor? o ¿Sera porque prometen y prometen y luego no cumplen nada?

Esta gente, los políticos deberían de ser como “La mujer de César” no solo deben ser honrados, sino también han de parecerlo y ¿sabéis que?  No sólo no lo aparentan, sino que tampoco lo son.

Da igual el color del partido al que pertenezcan. Siempre tuvimos la sensación de que estaban ahí para enriquecerse, ahora tenemos la certeza de que es así. Ya no nos convence la ley de transparencia ni las buenas palabras que emplean. Ya no.

Sabemos que cambian las leyes en su propio beneficio, sabemos que pudren todo lo que tocan. La universidad está politizada, la banca está politizada, las grandes empresas están politizadas y todo huele mal, todo huele a político podrido.

Cada día leemos con indignación casos de políticos que cobran dos y tres sueldos como los “Cinco ediles del PP cobran un sobresueldo de 3.754 euros al mes por asistir a la Junta de Gobierno o el ayuntamiento de Tres Cantos que se han subido por mayoría absoluta un aumento de sueldo del 30 %. El pueblo indignado ha conseguido 4.000 firmas para  tirar abajo esa iniciativa.

O las dietas de alojamiento que reciben sus señorías, 314 diputados reciben al mes 1.823 euros “sólo” para hotel y comida, ¿a cuántos curritos les hubiera gustado un sueldo bruto asi? Hagan cálculos y sigan sumando esto a las diputaciones, senado, etc. ¿cuanto se ahorraría? Mucho señores, mucho.

Y qué decir de las cajas de ahorros, esas, aquellas entidades sin ánimo de lucro -no sólo económico, sino político-; y que su función principal, y la causa y ser de su propia existencia no era otra que la de administrar con eficacia y honestidad los bienes de la sociedad de la que realmente obtenían  su poder económico para, posteriormente, revertirlo a ese mismo ámbito territorial donde se hayan instaladas.

Ahora resulta que no iban tan bien iban y que aun después de unirse, la cosa no está para echar bombas. ¿Y quien lo paga? El pueblo con sus impuestos, mientras ellos reparten beneficios millonarios y jubilaciones de ensueño a sus altos cargos.

¿Que cara se nos queda al saber que cinco altos directivos de Caixa Galicia y Caixa Nova después de la fusión y dando lugar a NovacaixaGalicia han recibido indemnizaciones de 40 Millones de euros, esta última entidad ha tenido que recibir una inyección del Estado de 3.627 millones de euros de dinero público?

Véase por ejemplo José Luis Méndez, que se embolso 16,5 millones de euros, o José Luis Pego que se llevo 18,6 millones de euros, etc.

O que el PP se opuso hace unos días a eliminar el coste de 350.000 euros anuales destinado a los servicios de traducción simultánea en el Senado que puso en marcha el Gobierno del PSOE a principios de 2011 y que los populares criticaron abiertamente. ¿Quién entiende esto? Esto es cinismo en estado puro.

Podría seguir enumerando casos parecidos a estos durante días, llenar folios y folios.

Estamos cansados de que nos aprieten nuestro cinturón, pero yo no he leído en ningún lado que los ex ministros hayan renunciado a alguno de sus tres o cuatro sueldos. O que dejen de tener tantos privilegios

Ojala fuera fácil echar a todos a la puta calle y empezar de cero, que el pueblo elija los políticos y que el pueblo pueda echarlos a la más mínima sospecha de enriquecimiento o chanchullo.

Sabíamos que robaban, que hacían chanchullos más o menos grandes, pero si algo tiene de bueno las redes sociales es que estas los tropelías que estos especímenes sin prejuicios cometen, circulan a una velocidad vertiginosa, imparable, y ha conseguido que tengamos esa idea de ellos.

Subir impuestos no es de derechas ni de izquierdas, actualmente es una necesidad y espero que a partir de ahora vigilemos muy de cerca a nuestros gobernantes.

¿Cuándo llegara el día en que ser político ya no sean tan interesante y beneficioso? ¿Cuándo surgirá una raza de políticos desinteresada? No digo que no cobre, pero lo que si digo es que cobren lo que les corresponde.

I.L.S.