Cuando duerme, me gusta contemplarla, observo sus
gestos y vigilo sus sueños, me paso horas y horas mirándola.
Cada mañana, cuando se despierta, yo ya estoy
esperando ese momento. Me hago la dormida y la miro con disimulo, esta quieta,
mirando al techo, agitando las manitas o chupando los dedos de los pies, luego
cuando se cansa, se gira hacia mí y agarrándose a los barrotes de la cuna, se
levanta y me llama “maa,… maa”. Con los ojos semi cerrados, mi mano se desliza
hacia su cuna, como si fuera una arañita, ella la ve y me sonríe, es esa
sonrisa que me levanta del suelo, me coge la mano e intenta comer esa arañita,
me llena de babas, pero no importa, le hago cosquillas, se ríe a carcajadas, soy feliz.
Sé que tiene hambre y me levanto para prepararle su
biberón, ella lo sabe, así que se queda tranquila, esperándome.
La cojo en brazos y me la llevo para mi cama, le doy
el bibe y la miro, no dejo de mirarla, mientras lo toma, juega con mi pelo, me
mira, soy feliz.
Al terminar la acuesto, se queda quieta, muy
tranquila, como agotada, me acuesto a su lado, juego con su mano y se vuelve a
quedar dormida, la acuesto en su cuna y duerme una hora más, soy feliz.
Cuando se despierta, yo no estoy a su lado, estoy
preparando el baño y escucho otra vez su llamada “maa...maaa” acudo a su lado,
me recibe con esa sonrisa que me alegra el día. Las dos nos metemos en el baño,
ella juega con el patito y con la ranita, chapoteando, mientras yo con la
esponja voy recorriendo suavemente su piel.
La visto, le pongo ese vestidito estampado, la peino,
le echo un poco de colonia, me mira y me sonríe, sabe que vamos a la calle.
Y así es cada día. Soy feliz porque la veo crecer, porque comparto con ella los
mejores momentos de mi vida, disfruto de su presencia, de su cariño, de sus
miradas y de su risa contagiosa.
Soy feliz porque así es mi pequeña Xiana, la niña de mis ojos.
Elena.
Tienes toda la razón, nada puede dar mas felicidad que un bebé...
ResponderEliminarBesitos en el alma
Scarlet2807
Son los ángeles más hermosos que Dios pueda mandarnos en nuestra vida, su llegada, es una forma de decirnos: TE AMO y se que existes.
ResponderEliminarDios bendiga a todos los bebés, en especial a mis sobrinitos.
Mexicanita