Escuchas la radio, ves la tele, o lees la prensa y todas son noticias de corrupción, de sobresueldos, de contabilidades A o contabilidades B.Que si Rubalcaba gana esto o aquello, que si el hijo de Pujol, llevaba el dinero a Suiza en sacas. Espionajes, despidos improcedentes, cuentas en Suiza, y que la oposición pide la dimisión de Rajoy.
La recesión también llega a Holanda y a Japón. La amnistía fiscal, la prima de riesgo, y va y no sé quien augura que España será la nueva Alemania del futuro (sorpresa).
Ahora todos hablan de transparencia, Rubalcaba a la cabeza, insta la creación de una Oficina Anticorrupción. Griñán le sigue diciendo que Andalucía ha estado a la "vanguardia" en transparencia (risas) y plantea a los demás partidos "avanzar" en ese camino. Se convoca una Mesa de Transparencia con la presencia de PSOE, PP, IU y PA (más risas) cuyas conclusiones se elevarán al pacto por Andalucía.
Pero el caso es que hay demasiados casos de corrupción, varios centenares de políticos españoles, más de 300, (y subiendo) están actualmente imputados en mayor o menor medida y pendientes de sentencia: El caso Bárcenas, el caso Gürtel, el caso Nóos, la operación Pokémon, Los Eres de Andalucía, el caso Campeón, el caso Over Marketing, el caso Millet, el caso Mercurio', el caso Manga, etc. Y a todo esto el alcalde de Ourense ve exagerado que dimita un político imputado. La ministra de Sanidad se aferra al cargo, Urdangarin no tiene dinero para la fianza y la corrupción política pasa una fuerte factura a la economía: grandes fondos de inversión internacionales han dejado de comprar deuda española. Así nunca saldremos de la crisis. Pero ellos son felices en sus poltronas.
Ver para creer.
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