y hacemos ese viaje lejano?.
Sin preocuparnos de si llevamos poco o mucho equipaje.
¿Y si nos proponemos que los deseos tengan retorno
y ponemos las penas en remojo?
¡Podríamos hacer un universo a nuestro antojo!
Haría que la pillería no ponga ni un pero.
Y que el amor te llene los poros,
cuando suena un te quiero.
©ILS
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