Por querer, por amar, por sentir soñando.
Para llenar ese espacio vacío.
Vivir lo andado.
Escribí para no olvidar, para seguir viviendo.
Escribí porque mi mundo se hizo pequeño.
Para ver otras estrellas, tú mundo, tú cielo.
Escribí para desnudar mis sentimientos, mis emociones, y sensaciones.
Para encender la luna. Y bajo su manto, entre creciente y menguante, me jugué, la vida a una carta.
Escribí para abrir mis alas y volar.
Para dejar atrás los miedos, y volver a empezar.
Porque ni el viento, ni la lluvia, nadie, me advirtió, que quererte dolería tanto.
Y porque al sur de algún lugar, habrá un talvez o un quizás, que me esté esperando.
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