Entre lo soñado y lo vivido, queda un oscuro vacío, un peldaño muy alto, y un tortuoso camino.
Está el encuentro, las ausencias, el orgullo, los recuerdos y el olvido.
Está la dudosa verdad y la fragante mentira.
Está esa inclinada cuesta que la vida te pone delante.
Está la razón, el cariño y la particular lógica del corazón.
¿Cuanto amor a la deriva? ¿Cuantos sueños de cartón?
Ya no me quedan recuerdos.
Olvidé sus caricias, sus sonrisas, sus promesas.
Olvidé su mirada, sus abrazos, e incluso su llegada.
Ya no visito el parque de los sueños.
Está el encuentro, las ausencias, el orgullo, los recuerdos y el olvido.
Está la dudosa verdad y la fragante mentira.
Está esa inclinada cuesta que la vida te pone delante.
Está la razón, el cariño y la particular lógica del corazón.
¿Cuanto amor a la deriva? ¿Cuantos sueños de cartón?
Ya no me quedan recuerdos.
Olvidé sus caricias, sus sonrisas, sus promesas.
Olvidé su mirada, sus abrazos, e incluso su llegada.
Ya no visito el parque de los sueños.
Ya no describo lo bonita que era la vida, cuando vivías a mi lado.
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