de náufragos y de locura.
De suicidas de alcohol y droga
y almas que ni la niebla esconde.
Cenizas del camposanto,
pavimento de los caminos.
Suelo que a veces recorren
los espíritus de la nada oscura.
No me gusta la situación,
ni esos velos de amianto.
Que oscurecen el cielo con espanto
y las travesuras de la sinrazón.
La cofradía de la alegría,
ensalza con himnos la ocasión.
Llenan con gritos y risas,
las venas de la narración.
Solo el agua sucia e insalubre,
esa que corre por el desagüe,
empapa la calle que pisas,
con ese algo que abrasa el fuego.
Los hielos se derriten,
los volcanes no paran de escupir.
Son como tsunamis enfurecidos
en el día del apocalipsis del miedo.
©️ILS2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario