La
lluvia dibuja sus sentimientos en el aire, el viento, los colorea, para que
aquel amor lejano, los vea.
La
luna besa las olas, que se mecen suavemente en la orilla, mientras la espuma
curiosa, le hace trampas a la vida.
La
felicidad decora con flores los días y los albores. El sueño, en su bondad, en
la noche esparce, trocitos de felicidad. La aurora nos presta su manto, las estrellas
su luz. La luna adulta, nos muestra, su cara oculta.
Y
yo, ladrón de sueños, trasnochador, vividor de noches en vela, salgo de mi cueva,
en busca de otro amanecer.
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