Este es mi pequeño blog, en él escribo mis sensaciones, mis rabietas y por que no, algunos de mis sueños.
No pretendo dar lecciones de nada, ni analizar en profundidad, los grandes problemas de la sociedad.
Disfruto escribiendo, mezclando y rimando palabras.
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martes, 3 de junio de 2014
Uriel
Decidí seguir adelante con mi
idea, decidí hacerme Ángel para bajar a la tierra y así ver a mi gente.
Lo primero que hice fue elegir el
nombre con el que deseaba ser conocido y para ello unos ángeles prepararon mi
bautismo, elegí el nombre de Uriel, en honor de este ángel.
Ahora tendría que acostumbrarme a no poder hablar puesto que los ángeles nos
comunicamos con la mente entre nosotros y la falta de experiencia hacia que no interpretara
bien los pensamientos cuando había más de un ángel. Todavía los mezclaba, con
la práctica podría separar los distintos mensajes.
También después de un pequeño cursillo de cómo utilizar las alas, de
acostumbrarme a ellas, a su peso, a su forma y sobre todo a su función, ya casi
estaba listo para mi partida.
He tenido que aprenderme una serie de normas y hacer un juramento de
investidura, en el cual me comprometía a no usar mi condición de ángel para
fines no nobles o para hacer cualquier tipo de mal. Ya me sentía con fuerzas
para comenzar mi nueva vida.
Este último cursillo fue intenso, todas esas normas, consejos, ordenes me las
dieron los ángeles más importantes, eran los ángeles líderes de las diferentes
jerarquías.
Allí estaba Uriel, mi mentor y líder de los Serafines, que son los ángeles más cercanos a
Dios, a Jophiel, líder de los Querubines, son responsables del ordenamiento del caos
universal y la sabiduría, Japhkiel, líder de los Tronos, se llaman así porque
cuidan el trono de Dios.
También había ángeles Ministrantes, Virtudes, Poderes, Arcángeles, etc.
representados por sus líderes.
Por fin llego el día de mi partida. Había ido a mi choza a recoger algunas
pequeñas cosas que podía llevar, el resto se lo deje a Vanesa.
Cuando entre en la choza, ella estaba escuchando música, con la mirada fija en
el techo, los ojos llenos de lágrimas y la cara desencajada. Me senté a su
lado, sonaba la canción "Antes de ti" de Manuel Carrasco, en sus manos tenía una libreta y en ella pintaba
garabatos, también había escrito mientras la escuchaba ”Tu boca no se caya. Tu libertad va
con mi suerte
Tus palabras resucitan a las mías cuando mueren
Tu boca que no vacila ante la sorda injusticia
Me gusta verte valiente cuando luchas la mentira Ay amor si supieras descifrar la
maravilla
Ay mor si yo supiera la maravilla que me das” Le cogí las manos y mirándola a
los ojos le dije, perdóname, no sabría amarte como te mereces. Llorando deje la
choza, llorando me aleje de allí.
Y al alejarme Vanesa alzo la voz y canto
“Antes de ti, antes de
ti “Ya soñaba con tu amor, y cuando te conocí no había comparación
Antes de ti, antes de ti, el cielo quise tocar y ahora en cambio vivo allí,
desde que te vi llegar”
Me dirigí a la puerta de salida pero un dolor muy grande me acompañaba, no he
podido miras atrás aunque sabía que Vanesa estaba en la puerta mirando cómo me alejaba.
Antes de subir al tren cielo le dedique mi última mirada y en silencio le dije
“siempre te querré”
Al llegar a la puerta del cielo, esta se abrió, no me acompañaba nadie, ningún
ángel como solían hacerlo, puesto que solo lo hacen cuando llegas y el primer
día para enseñarte el lugar y su gente.
Frente a mi estaba el vacio, tenía que saltar, abrir mis alas y llegar a algún
lugar de la tierra, mi nueva vida acababa de empezar.
Cerré los ojos y salte, note como mis alas se abrían y amortiguaban la
velocidad de caída. Fue rápido, apenas diez minutos y llegue a no sé donde, era
una ciudad que por supuesto no conocía, estaba vacía, sin gente, quizás la hora
o por mi inexperiencia no veía a nadie y por supuesto nadie podría
ayudarme, puesto que los humanos no me ven.
Solo me quedaba buscar lo que necesitaba encontrar.
¡Pero qué relatos más bonitos!!!. La frase final me encanta.
ResponderEliminarBesos