las cicatrices se resienten.
Las risas se vuelven tristes,
el dolor vuelve a llamar a tu puerta.
La eternidad se eterniza,
las maldades hacen fiesta.
El incordio se hace fuerte
y la desgana se organiza.
Los días se vuelven oscuros,
las noches todavía más frías.
Se encienden las tempestades.
¡Caramba, qué altos son esos muros!
La vida baja un piñón,
se ralentiza la marcha.
Lo que parecía imbatible
hoy enciende la desilusión.
Los contornos del mundo oscurecen
como lápidas de hielo y piedra.
Las olas en un charco de agua
son tsunamis que no me obedecen.
¿Dónde habré dejado mi fortaleza?
¿Dónde se me ha ido la ilusión?
No merezco este castigo.
¡que alguien detenga esta flaqueza!
©️ILS2025
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