de dos meses.
Ni esa felicidad eterna
que se acaba justo
al doblar la esquina.
Tampoco quería el milagro
de una noche de verano.
¡No quería un amor sin alegría!
Una baratija, que uno no sabe
dónde poner.
Quería un poco a poco.
Quería un día a día.
Un amor que dure,
si acaso, algo cercano a la eternidad.
Buscaba un abrazo sincero,
una sonrisa mañanera,
¡esa de cada día!
y el eco de un "te quiero".
Algo que ordene mis sueños,
que me devuelva la vida,
la alegría y las ganas de vivir.
No quiero una noche vacía.
Ni un adiós pintado con carmín
en el espejo.
Quiero tu madrugada,
tu sonrisa y tu mirada.
#ILS