que por nacer me corresponde.
Tal vez no sepa cuándo ni donde,
pero si acaso ya estoy preparado.
Con los nervios deshilachados,
le hago preguntas a la suerte.
No seré yo quien despierte
a los augurios cabreados
Me niego a ser parte del olvido,
y desviar los vientos del cambio.
Ya que no tengo recambio,
prefiero una mutación con sentido.
En las alas de la virtud,
entre la inmortalidad y la muerte.
Es mejor tentar a la suerte,
que perder la pulcritud.
Los pesares y los reveses,
son motivo de disgusto.
No quiere decir que sea justo,
que por esa razón me eligieses.
Esperaré mi turno paciente,
con un ojo entreabierto.
El corazón recubierto,
de agua bendita caliente.
Llevaré también algún ajo,
colgado alrededor del cuello.
Pero no penséis que es un destello,
de la cofradía del triste carajo.
Ese día se abrirá el cielo,
y habrá un enorme haz de luz.
Como la sombra de una cruz,
que se refleja en el suelo.
©️ILS2023
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