Será
que sigo creyendo en los abrazos, que no quiero besos de papel, ni miradas
distantes. Será que el día que te encontré, se me arreglaron los chacras, el
corazón y las constantes.
Que
los sueños me gustan frescos, del día y las noches acogedoras, sin historias ni
reproches.
Será
que me sigue gustando mirarte cuando sales de la ducha. Contemplar tu desnudez,
tus formas, tu timidez.
Será
que te sigo mirando a los ojos y tu sonrisa todavía me gana la partida.
O
será que aquel día, me enamoré y perdí la llave del olvido. Aprendí a seguir
adelante, a no desandar lo andado, a mirarte con los ojos cerrados, para que
cada noche, regreses a mi lado.
No hay duda!
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