Es pelirroja y me ha ganado una
partida. Se me acerca, me sonroja, me tienta, me invita, me desorienta. Me
aprieta las emociones, me retuerce las ganas, brotan en mi, un manojo de
sensaciones. Cuándo sus ojos verdes me miran, el corazón se me acelera, me
tiemblan las rodillas y con cara de bobo, no puedo evitar decir alguna
tontería. Me arregla lo roto, me envuelve en su sonrisa y con su alegría me da
la puntilla. Me sabe a poco, me encandila, me tiene, me hace papilla.
Sus formas me apetecen, su alegría me
enloquece, su dulzura me puede. La miro como quien mira un libro, tocándola,
oliéndola y sintiéndola. La veo como quien ve la felicidad, a corazón abierto,
sin prisas, con la mejor de mis sonrisas. Me armo de valor y ofreciéndole mi
mano, la invito a pasear o a tomar en café en cualquier bar.
Su conversación es directa, alegre y
selecta. Su presencia, elegante y discreta, su porte perfecto, su olor y su
sabor, apetecible e indescriptible.
La conocí el dia que me morí y gracias
a ella, resucité.
Alguna pelirroja se pondrá contenta....jajaja
ResponderEliminarbesos
Jajajajaj. Si, ahora he de hacer el camino inverso. Conocerla !!
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