Toda una vida y una navidad más, mis hermanos y yo hacemos lo
propio, juntarnos CASI todos, como a mi padre le hubiera gustado, intentando no
perder la ilusión que él tenía, vernos juntos alrededor de una mesa.
No hemos faltado nunca a esa
cita, en distintos sitios, restaurantes, en casa de uno o en casa de otro, pero
en mayor o menor medida estamos todos.
La cita, como no puede ser de
otra forma, es el dia 25 de diciembre, dia de Navidad, la hora, la hora de comer.
Entramos y según llegamos,
algunos nos reciben con una cerveza o una copa de vino, van a ser las tres y
hasta apetece.
Besos, abrazos, saludos o
alguna presentación y como no, la
entrega de la indumentaria para el acontecimiento. A elegir: Un gorrito de Papa
Noel, una diadema de reno o una de unas bolitas, el caso es estar acorde con la
situación y con el momento.
A cuentagotas sigue llegando
gente, el tiempo pasa y algunos preguntan ¿Quién falta? ¿No vienen los de Vigo?, no, vienen en Fin de Año,
contesta otro, hasta que por fin llegan los últimos y ya estamos todos, más besos, más saludos y
fotos, muchas fotos.
Ya esta todo preparado, la
lareira encendida, al entrar ya se nota
el calorcito, lo justo para estar cómodos; música de fondo y decoración acorde
con el dia
La comida transcurre entre comentarios,
risas y cantos. Sale a la palestra la gaita, la guitarra, las panderetas y algún
instrumento rustico de última hora. Algún que otro baile y muchas, muchas
risas.
Son las siete y media de la
tarde y algunos ya nos tenemos que ir, nos queda un viaje por medio de regreso
a casa. Despedidas, besos, abrazos y algún “me mandaras las fotos por mail”.
Y así trascurre una comida más,
una comida que aunque no lo vemos, el está presente porque le gustaba estar
rodeado de los suyos.
Qué sitio más acogedor!!!. me han gustado mucho tu post.
ResponderEliminarBesos
Todo perfecto, tienes una familia preciosa...la admiro!!
ResponderEliminarQue hermosa navidad, no vale la pena perderla por un par de sueños.....
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