¡Tan frescas, que son del día!
Calendarios atrasados,
frases que no dicen nada,
y lágrimas ya lloradas.
Seres de dudoso origen,
¡eso sí, muy mal criados!
Traigo principios y valores,
también pensamientos negativos.
Dudas, certezas y pesadillas,
y los insultos más ofensivos.
Tengo números de lotería caducados.
Testamentos de tíos lejanos,
que arruinan a desgraciados.
Echo mal de ojo, hago supersticiones,
incluso maleficios divertidos.
Venganzas, putadas y traiciones.
Intensifico silencios incómodos,
suavizo tiranteces y cabreos.
Hago plagios con alegría,
que son el sueño de los más cretinos.
Traigo pinturas de dudoso autor,
descoloridas, recién robadas.
Baratijas de oro y diamantes de cartón.
Vendo sueños que no son míos,
chorradas, estupideces,
también locuras al azar.
Vendo cosas ridículas.
Todo barato y sin garantía.
Soy vendedor muy honrado,
aunque con una mano te lo doy,
y con la otra te lo quito.
