
Encendiendo una vela en una iglesia, me ha dicho
que es una foto triste, estaba en el funeral de un amigo.
Joven, muy joven, divertida, responsable y
tremendamente hermosa.
Alegre, dicharachera, amiga de sus amigos y muy,
muy buena persona.
La he visto de policía, de Cat Woman, vestida de
noche, en un partido de futbol o tomando un machiatto. En color, en blanco y
negro, sola, acompañada, pero en todas sus fotografías resalta su sencillez, su
dulzura, su alegría y su espontaneidad.
De sonrisa fácil, alegría espontanea, serena e inteligente, transmite confianza y admiración.
He grabado su imagen en un rincón de mi corazón, pero
la he puesto boca abajo, porque no se qué pasaría si este se acostumbra a ella.
Es como un sueño que no cuentas con soñar, como un
sueño que ya no toca vivir. Es ese sueño que todo soñador anhela, un sueño hermoso, único, irrepetible, un sueño
que si algún soñase, no querría despertar y si despierto, que sea a su lado.
Porque, sin querer queriendo, Sin querer amando
Sin querer te amo, Y queriendo te quiero. Porque sin querer queriendo, te voy amando y amando te acabare queriendo.
Sin querer te amo, Y queriendo te quiero. Porque sin querer queriendo, te voy amando y amando te acabare queriendo.
¿Me piensas? Me dijo no hace mucho. No supe que
decirle o no quise que supiera lo que realmente pienso.
Tenía ganas de pasar junto a ella unos minutos soñando y la invité a
conocer mi nube, mi mundo y le regale el sol, desde aquel dia es mi amiga, mi
amiga Jeruzza.