Emocionarse al ver a mi
ahijado el día de su boda, junto a Deborah, su ahora mujer, elegantes, guapos, felices
y pletóricos.
Ver al enano, que apenas
entendía que estaba pasando, llamarle guapa a su madre, luego, bailando con su
padre, correteando de un lado para otro, haciendo las monerías que lo
caracterizan, alegre, dicharachero y parlanchín.
Emocionarse al ver a mi hija,
su prima, su amiga del alma, su cómplice, con lágrimas en los ojos. Temblado
después de cantarle una canción.
Emocionante fue escuchar a
Raquel, o a la hermana de la novia leer cada una su carta, con palabras
entrecortadas por la emoción, por los nervios. Cartas cargadas de sentimientos,
que entre lágrimas fueron poco a poco describiendo sensaciones, cariño
Emocionarse fue asistir a una
boda así, joven, pero estando presentes los ausentes, amigos, familiares, los
nuevos miembros de la familia, que son muchos.
Para que queréis más
detalles. Copas, risas, excesos. Como va a caber tanta alegría en una canción
Gracias Ina. Gracias Debo,
como aquí, os llamamos. Gracias por ser tan felices y transmitirlo de esa
manera.
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