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lunes, 3 de septiembre de 2012

Colección de colecciones



Acaba el verano, los días comienzan a ser más y más cortos, muchos todavía siguen de vacaciones, apurando hasta el último minutos de playa, otro muchos poco a poco, empezamos a prepararnos para la vida normal, integrándonos ya al trabajo. También los hay con los nervios de los exámenes de septiembre que ya están a la vuelta de la esquina y algo que siempre ocurre por estas fechas, al mismo tiempo que el año escolar son los anuncios en televisión de los fascículos coleccionables.
Un enorme cartón multicolor, con grandes letras anuncian las colecciones como “Abanicos de grandes diseñadores, biplanos míticos,  buques legendarios de la segunda guerra mundial, monedas del mundo, los coches de ferrari y la eterna casa de muñecas. 

También tenemos otras colecciones míticas como “Rosarios del mundo”, “Cajas de madera”, “Dedales de porcelana”, “Muñecas rusas”...
Y como no, los coleccionables de los periódicos, relojes para caballero, relojes para señora y las últimas novedades en películas en DVD, éxitos del cine.
Los quioscos se llenan de esos grandes primeros fascículos en los que por un euro con noventa y cinco céntimos te vienen dos números, es decir el índice y el número uno, así como una pieza del susodicho coleccionable, el siguiente fascículo ya te sube un poco más con menos material y así sucesivamente, hasta que un día te das cuenta que la colección te va a salir en un ojo de la cara, con lo que la abandonas.
¿Quién en su vida no ha comprado al menos el primer fascículo de un coleccionable que luego no ha seguido? yo creo que unas cuantas, e incluso he comprado ese primer fascículo a sabiendas que no compraría mas. Hay incluso quien se dedica a coleccionar los primeros fascículos de las colecciones. Colecciones incompletas que se acumulan en el armario sin ninguna utilidad.
No voy a negar que a yo también he caído en esa moda de coleccionar cosas. Yo también he comprado algún que otro primer fascículo de una colección que luego no conseguí acabar, o lo que es peor, ya sabía de antemano que no pensaba acabarla.
Primeros fascículos en mi vida he comprado muy pocos, quizás dos o tres, la maqueta de un barco de vapor, que por supuesto no continué, una enciclopedia de informática, otra de bricolaje y una colección de libros de cine, que sí, me leí. Pero lo que si colecciono y desde hace tiempo, son fotografías, fotografías antiguas y como no, fotos de mi pueblo, y recuerdos de mi infancia.

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