Hace unos días escuchaba en la televisión y luego leía en la prensa esta noticia”La Corte Suprema de Estados Unidos ha emitido una sentencia en la que asegura que el Gobierno no puede prohibir la venta o alquiler de videojuegos violentos a menores de edad ya que esto violaría derechos fundamentales. La sentencia anula una norma del estado de California que prohibía el acceso de los menores a videojuegos con contenido de extrema violencia.
Parece ser que lo consideran normal, pero luego ponen el grito en el cielo si Latoya Jackson enseña un pecho durante una actuación musical en el intermedio de la Superbowl.
¿A qué extremos puede llegar la hipocresía? ¿Y la estupidez?
Luego nos extrañemos cuando vemos en la televisión que un chaval de 20 años, entro en su antigua instituto armado hasta los diente y se ha cargado a todo el que se encontraba en su camino. ¿Motivo? Un profe que le había suspendido, o cualquier otro.
Un país en el que comprar un arma de sencillo. Un país en el que algunos papas, llevan orgullosos a sus hijos pequeños a clases de tiro un día a la semana como si de una clase de pintura o de karate, algo extra escolar se tratara.
Metamos en una coctelera la facilidad de comprar armas, el apoyo de algunos padres para el manejo de armas por parte de sus hijos, agreguémosle una televisión violenta, superhéroes, asesinatos y sazonemos todo con la libertad de comprar video-juegos de carácter violento, tenemos unos futuros especímenes para los que matar puede llegar a ser una parte más del juego.
ILS
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