Mi casa es alucinante

Mi casa es alucinante, tiene una ventana por detrás y otra por delante

Es mi rinconcito, mi hogar, allí donde me gusta regresar. Donde mis sueños, hacen migas con la locura. Mi imaginación, trasnocha con la cordura  y con la verdad y en alguna ocasión, juntas se convierten en realidad. 

Allí acudo cada noche para escribir, descansar y soñar. Es mi refugio de guerrero, mi esquinita, allí donde acudo a bailar.

Mi casa es acogedora y pequeñita, fresca y calentita. Está protegida de un lado por una tribu de indios Navajos y por el otro por un millón de renacuajos. Peter pan y Campanilla vuelan por la noche de bombilla en bombilla. Robinson Crusoe y Viernes, toman café y pacharán alguna tarde que otra con Los tres Mosqueteros y D´artagnan.

Es el coto de caza de Shere Khan, donde Mowgli, Baloo y sus amigos lo evitan, se esconden, se suben a los arboles, cuando lo necesitan.

Mi casa es alucinante, no es como las de antes, algunas veces es la cueva de Alibabá, un refugio de mutantes, la selva negra, un safari por el desierto del Kalahari, Ñus, Jirafas, Leones. Aladin se pasea en su alfombra mágica, cuando no discute con Merlín. Gepetto hace maravillas para reparar a Pinocho de sus fechorías.

En mi casa el viento gira, da la vuelta y coge aliento. De noche hay todo un elenco de personajes que se retiran al amanecer. Están los duendecillos que lo limpian todo con sus cepillos, las Hadas que revolotean iluminando la oscuridad, las brujas y los dragones. Esta también Betti Boop, Alicia, Bambi, el pirata Barba azul y Cleopatra. La Bella durmiente también suele acudir cuando hay ambiente.

Mi casa es alucinante.