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miércoles, 1 de julio de 2015

Mi cama vacia




Quería saber de ti, recordarte, imaginarte una vez más y soñé, soñé contigo.
Estaban los recuerdos, los momentos, los buenos, los malos también, los miedos, mi timidez, la tuya. Estaban los sueños, mi colección de mariposas, las muñecas de escayola, los soldaditos de plomo. Mi colección de nubes de verano, las tardes de lluvia, estaba el arcoíris, el olor a tierra mojada y a hierba recién cortada.
Estaban los besos, las canciones que te dediqué, las miradas, los deseos, los amaneceres y atardeceres, los paseos, los abrazos. Estaban los relatos que te escribí, las locuras que hice por ti.
Estaban los presentes, los ausentes, los que eran, los que son, estaban los porque, los cómo, el pasado, el presente, el futuro. Las lágrimas, las risas y las sonrisas. El latido de un suspiro, las mil y una y el resto de mi vida
Estaban también mis penas, mis alegrías, los poemas, los versos y las rimas. Estaba el sexo, el amor que siento por ti, mis deseos, los tuyos, los nuestros. Los planes a corto plazo, el sueño de una vida en común. Mi cama vacía, tu almohada, tu ropa en el armario. El tiempo que no da llegado y mis ganas de verte. Estaban también mi forma de quererte, de odiarte y desearte. Estaban todos menos tú.

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