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viernes, 18 de julio de 2014

Hola y adiós




Cuando había aprendido a sobrevivir a tus recuerdos, cuando ya solo contaba vacios, pequeños trocitos de tiempo.
Cuando estaba a punto de olvidarte. Apareces otra vez, apetecible, adorable, deseable.
Llegas envuelta en una bruma erótica, misteriosa y jovial. Desenvainas tu sonrisa, desordenas mi vida y me apretujas el corazón.
Me regalas una noche, un amanecer, me zarandeas el alma, mordiéndome las ganas y las cicatrices de mi piel.
Mi vida cede y se acuesta a tu lado, mi tiempo se detiene en tu cuerpo. Me robas besos, abrazos, me robas la vida, otra vez.
Volvía a ver por tus ojos, retomé planes, proyectos, viajes, retomé tu vida.
Imaginé lugares, soñé conversaciones pendientes, cafés, risas, canciones que escuchar, sentimientos que mostrar, sentimientos que sentir.
Quería acortar distancias, darle vida a mis sueños. Quedaban tantas cosas por hacer, tantas cosas que decir, tantas cosas por sentir.
Recorrer los pliegues de tu piel, escribirte ese poema, inventar esa frase, ganarte, quererte como se quiere, a la antigua, con el corazón.
Estar donde tu estas, compartir contigo el resto de esta vida y la otra también.
Porque tienes eso que no se explicar, eso que me encanta de ti, eso que me cuesta describir, eso que me cuesta olvidar.
Hay algo en ti cuando me miras, que me envuelve, me atrapa, desequilibra mi eje, me descolocas el corazón
Pero vuelves a desaparecer, te vas y mi mundo se desmorona, me rompes por dentro una vez más.
Oscuridad, vacio, dolor, rabia. Protesto, grito, lloro y un golpe de viento me despierta y todo vuelve a empezar.
Pero la vida sigue girando, y cada dia amanece a su hora.
Guardo tus recuerdos, tus miradas y tus sonrisas, rompo los escritos, tus fotos, me peleo con tu sombra, reordeno mis penurias y trafico con el silencio que me queda.

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viernes, 11 de julio de 2014

La cartilla de los achaques



 









Todos sabemos que con la edad, los achaques hacen acto de presencia.
Muchos son heredados y tarde o temprano asoman. Pero, debido a los tiempos, las prisas, los excesos, el estrés y otros mil factores, los achaques, cada vez se dan a más temprana edad.
Obesidad, Lumbago, colesterol, estrés, una angina de pecho, hipertensión, aterosclerosis, osteoporosis, cáncer de próstata en los hombres, alzheimer, Artritis, artrosis o menopausia en las mujeres.
Al igual que venimos al mundo sin un manual de instrucciones, nadie nos facilita una cartilla. La cartilla de los achaques, esa, en la que deberíamos ir poniendo crucecitas por cada uno de ellos que nos sobreviene.
Y como se suele decir, una vez empiezan, ya no hay quien los pare.
Es tiempo de analíticas, chequeos, comida sana, comida sin sal, pastillas para esto, pastillas para lo otro, paseos y vida reposada.
Es entonces cuando, la rutina se hace más rutinaria, echamos el freno y el tiempo ha de ir más despacio, los excesos se aparcan, o como mínimo se dosifican.
Y aunque nadie nos ha preparado para ello, los efectos secundarios de algunos de estos achaques, te hacen pasar malos momentos, porque son cosas que de repente, te sobrepasan, no pensabas que te pudiera tocar a ti, no estaban en tus planes. Y he de confesar que a mí personalmente, algunos de estos daños colaterales, me están costando asimilar.
Pero la vida hay que seguirla, y un achaque no tiene porque detener nuestro viaje, puesto que todo esto no es otra cosa que parte de una hoja de ruta del cuerpo humano.

domingo, 6 de julio de 2014

Me gustaba la idea



 
















Me gustaba la idea
De volver a amar, alimentar ese cosquilleo en el estómago.
Tener fiesta en el corazón, un día sí y otro también.
Vivir contigo, pasear contigo, y soñar a tu lado.
Sentir tus abrazos, tu calor, tu piel y tu respiración.
Me gustaba la idea
De escuchar tu voz, tu acento, perderme en tus formas.
Compartir contigo, almohada, risas, caricias, y te quieros.
Atesorar tus besos, tus miradas, sentir tu complicidad.
Dormir pegado ti, besarte y hacerte el amor.
Me gustaba la idea
De ser tu compañero de vida, tu amigo del alma, tu consejero.
Ser tu sueño, el espacio de tu mirada, tu otra mitad.
Pasear a tu lado, presumir de ti, reír tus risas, soñar tus sueños.
Viajar, correr, saltar, volar, sentir tu alegría, ser feliz.
Me gustaba la idea
De que desordenaras mi vida, deshicieras mi cama, que llenaras mis vacios.
Quería presentarte mis sueños, mis proyectos, mi gente,  mi mundo.
Amanecer a tu lado, desayunar, preparar el día contigo.
Recuperar el tiempo que perdí y ser un trocito de tu vida.
Me gustaba la idea
De trasnochar contigo, perdernos por ahí
Madrugar, prepararte el café, hablar de esto, aquello y lo otro.
Escribirte una canción, un poema o quizás pellizcarte el corazón.
De envejecer junto a ti.
Me gustaba la idea
De regalarte atardeceres, noches en vela y locuras mil.
Volar contigo, robarle trocitos de tiempo al tiempo
Beber los vientos, saltar de nube en nube.
Me gustaba la idea de vivir este sueño contigo


Porque eras justo lo que había imaginado.