El otro día leía un artículo en una revista
semanal, un artículo que deberían leer como mínimo los asesores de los
mandatarios y en general los políticos.
Se titulaba "la generación sin esperanza: 50 años y en paro" y venía diciendo que seis millones de españoles están en paro, pero más de un millón ya ha pasado la barrera de los 50 años y eso laboralmente parece que no tiene solución. Y los políticos no quieren dársela, no lo ven o por lo visto no les compete. En el artículo mencionaban a seis personas que se encuentran en esta situación.
María Caballero, 51 años, sumiller. Lleva 5 años en paro, dice_ En las entrevistas te hacen sentir mal, como si fueras el culpable de ser mayor. Carlos Lusa, 54 años, técnico en artes graficas- Lleva parado 2 años. _Esto es un genocidio laboral, parece un experimento de Menguele. Emilia Lanzas, 54 años, periodista _ Tengo la disciplina de mandar 12 currículos al dia. Javier Olivares, 58 años, director de gestión y desarrollo_ mandar un currículo es como meter un mensaje en una botella. Javier lleva 5 años en paro. No consigue empleo, a pesar de tener una licenciatura, cuatro idiomas y experiencia. Juan Antonio Migallon, 56 años, jefe de almacén _ Lo peor es la vergüenza de verme como un inútil ante mi familia. Victoria López, 60 años, auxiliar de clínica _ He mentido sobre mi edad para ver si me salía un trabajo. Lleva cinco años en paro y ya no tiene esperanza.
Y esto es solo una diminuta muestra de la tragedia que se vive cada dia ahí fuera.
Se titulaba "la generación sin esperanza: 50 años y en paro" y venía diciendo que seis millones de españoles están en paro, pero más de un millón ya ha pasado la barrera de los 50 años y eso laboralmente parece que no tiene solución. Y los políticos no quieren dársela, no lo ven o por lo visto no les compete. En el artículo mencionaban a seis personas que se encuentran en esta situación.
María Caballero, 51 años, sumiller. Lleva 5 años en paro, dice_ En las entrevistas te hacen sentir mal, como si fueras el culpable de ser mayor. Carlos Lusa, 54 años, técnico en artes graficas- Lleva parado 2 años. _Esto es un genocidio laboral, parece un experimento de Menguele. Emilia Lanzas, 54 años, periodista _ Tengo la disciplina de mandar 12 currículos al dia. Javier Olivares, 58 años, director de gestión y desarrollo_ mandar un currículo es como meter un mensaje en una botella. Javier lleva 5 años en paro. No consigue empleo, a pesar de tener una licenciatura, cuatro idiomas y experiencia. Juan Antonio Migallon, 56 años, jefe de almacén _ Lo peor es la vergüenza de verme como un inútil ante mi familia. Victoria López, 60 años, auxiliar de clínica _ He mentido sobre mi edad para ver si me salía un trabajo. Lleva cinco años en paro y ya no tiene esperanza.
Y esto es solo una diminuta muestra de la tragedia que se vive cada dia ahí fuera.
Estos quizás sean de los afortunados y su pareja
todavía tenga un trabajo y consigan con mucho esfuerzo seguir pagando la
hipoteca, la luz, el agua y el colegio de sus niños o incluso la comida de ese
treintañero, que sí tiene una ayuda o más fácil acceso a la vida laboral.
En otros muchos hogares, la situación no es tan fácil
ya que todos sus miembros están en paro y la vida sigue, como un martillo
percutor, golpeando duramente cada día.
¿Y qué hacen sus señorías? Nada, hablar y hablar,
prometer y prometer trabajo y ayudas para los jóvenes menores de 30. Estos seis
parados, que lo tienen muy complicado para conseguir un puesto de trabajo.
Incluso tipo minijob, y digo lo de minijob, no por el tiempo de jornada, sino
por el sueldo, tendrán una hipoteca, etc.