Me gustan las tardes de frio y lluvia, quedarme en
casa. Me gusta tu compañía, encender la chimenea, contemplar la lluvia, una
charla, una pelí, palomitas, risas, miradas y un te quiero.
Escuchar música junto a ti, un sofá, un buen
libro, gestos de complicidad, carantoñas, bromas, caricias y un te quiero.
Preparar la cena, un buen vino, una charla, un
baile, un abrazo. Contemplar el cielo, hablar de esto, de aquello y de de lo
otro, hablar de lo nuestro, miradas, risas y un te quiero.
Dormir abrazado a ti, soñar el mismo sueño,
despertar y contemplarte, escucharte mientras duermes, recorrer tu espalda con
miles de besos, esos que tanto me gusta darte, cartografiar el mapa de tu piel,
sentir tus sensaciones, tus espasmos, acariciarte, mirarte, apretujarme a ti,
robarte un beso y decirte un te quiero.
Una ducha caliente, dejo correr el agua por tu
espalda, enjabonarte, abrazarte, mirarte a los ojos, beber tu boca.
Preparar el desayuno, besayunar a tu lado, planificar
el día, risas, miradas. Un paseo, una playa, un baño, nadar a tu lado, perdemos por ahí, correr, coger tu mano, risas, miradas
y un te quiero.
Regresar a
casa, invitar
a unos amigos, preparar
la comida, una buena sobremesa, larga y alegre, miradas, risas y un te quiero
Y al final del día, me cuelgo en tu mirada, te abrazo, te miro,
remiro, te siento. Y tarde, muy tarde, después de miles de miradas, de millones
de sonrisas, y de un te quiero, el
silencio abarrota el salón, y la noche se hace amor.