Seguidores

lunes, 2 de diciembre de 2013

Nuestro encuentro



Recuerdo cuando llegue a la esquina del tiempo en la que me citaste, habíamos quedado temprano. Era un día lluvioso, húmedo y frio.
Al verte allí sentada, esperándome, un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba abajo, una sensación extraña, era una mezcla de nervios con deseo.
Había memorizado cada pixel de tu imagen en mi retina, pero la realidad superaba con creces la que tenia de mi memoria. Tu belleza era más intensa, más bella de lo que yo me había imaginado.
Tus ojos oscuros, tu cabello negro, tus labios, tu sonrisa, todo era perfecto y ahora estabas delante de mí.
Atrás quedaban los cientos de horas delante del ordenador. Nuestras conversaciones cibernéticas se hacían por fin realidad.
Me venía a la memoria la rutina diaria, salía corriendo del trabajo para conectar y hablar contigo, risas, discusiones, caídas del sistema, conversaciones íntimas. ¿Cuántos te quiero te habré escrito? ¿Cuántos besos te habré mandado? Ahora me parece que no eran suficientes.
Poco a poco nuestros nervios fueron desapareciendo, dejando paso a la timidez propia de dos personas que se acaban de ver por primera vez, pero que se aman desde hace tiempo.
Ya estaba frente a ti, de pie, no sabía si cogerte las manos, si besarte directamente o simplemente invitarte a tomar algo. Recordé el café que teníamos pendiente así que después de un beso tímido, cogí tu mano y te invite a tomar algo en una cafetería muy tranquila.
Al llegar, buscamos una mesa alejada, y encontramos una perfecta, en una ventana desde la que se veía un parque cercano. Era un sitio agradable, amenizado con una música tranquila.
Te tenía delante, a cincuenta centímetros y no podía dejar de mirarte. Observaba tu belleza, buscaba defectos, pero jolín no encontraba ninguno.
Allí estuvimos cerca de dos horas, la conversación cada vez se hacía más intima. Al principio necesitábamos confirmar y asentar nuestras dudas y así lo hicimos.
Cuando nos dimos cuenta, teníamos nuestras manos sujetas y hablábamos de futuro, un futuro que estaba comenzando.
Desde aquel día soy envidiablemente feliz, tengo todo lo que deseo, te tengo a ti.



1 comentario: