Seguidores

jueves, 8 de agosto de 2013

Camino de Caminantes



La historia del Camino se remonta al siglo IX con el descubrimiento del sepulcro de Santiago el Mayor, evangelizador de España. El hallazgo de este santo mausoleo está rodeado de una rica imaginería popular que en vez de distorsionar ha preservado y llenado de colorido la narración histórica.
Ya sea el francés, el de la plata, el portugués, incluso el inglés; el primitivo, el camino del norte, el camino del invierno o el camino del sudeste, todos llevan al mismo sitio. Andando, a caballo, en bicicleta. Haga frio, calor, llueva, o ventosee, el peregrino pone rumbo a Santiago de Compostela porque ésta, le llama.
¿Motivos? Básicamente religiosos, visitar la tumba del Apóstol, para pedirle algo, cumplir una promesa, incluso por conocer gente, algunos por espíritu deportivo. Los hay que buscan un reto y también quienes ansían una forma diferente de conocer lugares a ritmo de caminata, empachándose de ellos, sin prisa, saboreando cada metro, cada kilometro, de ese camino, compartiendo con los habitantes esas pequeñas cosas, un vaso de agua, o un poco de queso. Pero muchos lo hacen por encontrarse a sí mismos
Dicen los que lo han hecho que lo repetirán, que es algo que hay que vivirlo, hacerlo y sentirlo. También dicen que cambia a las personas. Es un camino lleno de leyendas, como el milagro del gallo y la gallina que sucedió en Santo Domingo de la Calzada o la Fuente de la Reniega, el misterio de los Obanos, El Poyo de Roldán, El pájaro y la Virgen, los Pastores de Estella o el milagro del Santo Grial. ¿Tú ya has contemplado un milagro? Suelen preguntarse unos peregrinos a otros, algunos están convencidos de haberlo vivido a lo largo del camino. 
¿El premio? La paz interior que cada uno encuentra, la Compostela, que se gana demostrando haber recorrido a pie los últimos 100 km antes de llegar a Santiago o 200 km si uno va a caballo o en bicicleta. 
Para los católicos, eso significa que el tiempo que se pasará en el purgatorio será la mitad. En año santo, la indulgencia sería plenaria.


2 comentarios:

  1. Un año haré un trozo con mis hijos, más que nada para ver el mundo de cerca.

    Besos

    Encarni

    ResponderEliminar