Somos un pueblo curtido, curtido por el dolor, por
las desgracias, desgracias, algunas
naturales, otras no tanto. Hemos padecido en los últimos años, catástrofes marítimas como el desastre
del el “Polycomander" cerca de
las islas Cíes en 1965 el "Urquiola",
que embarranco cerca de A Coruña en 1976, el "Andrios Patria", otro petrolero, este frente a las islas
Sisargas en 1978, el "Casón" en Finisterre, en
1987 el "Mar Egeo" que en
diciembre de 1992 se partía en dos frente al puerto de A Coruña y como no, la más sonada y mediática el "Prestige"
otro petrolero que también se partía en dos en noviembre de 2002 Todas provocaron,
sus correspondientes mareas negras.
También hemos tenido incendios, como el ocurrido en el verano de 2006 cuando Galicia ardió por los cuatro costados, se
perdieron entre 80.000 y 90.000 hectáreas, y como olvidarse de el
devastador incendio que devoro el corazón del parque natural de As Fragas do Eume, la extensión quemada
por el fuego ascendió a más de 750 hectáreas -500 arboladas-
Las desgracias duelen y quedan en el recuerdo,
algunas pasan al olvido más pronto que tarde. Pero dentro de lo malo, todo esto en mayor o
menor medida es recuperable, tardará más o menos tiempo, pero se hará. Sin
embargo las desgracias personales cuestan mucho asimilar y no se olvidan fácilmente,
no se pueden recuperar las vidas.
De siempre hemos vivido desgraciados naufragios
con pérdidas de vidas humanas. El más famoso quizás haya sido el Vapor correo Santa Isabel, que naufrago en 1921,
fallecieron 213 personas, En 1963 se perdió el mercante portugués San Silverio en
Punta Pirula y en 1966, el pesquero Atlántico
en medio de un tormenta con un solo superviviente. El costero vasco Urmaya, en
1984, y del pesquero
Nuevo Torre de Likona, en 1993.
El vapor mercante francés Barsac, embarrancó en Onza en 1940, en medio de un violento
temporal. La lista es interminable y seria largo de narrar.
Y también tenemos las tragedias diarias, esos
desgraciados accidentes de tráfico que cada día se lleva alguna vida por
delante, algunas de ellas me han tocado de cerca, pero …ayer 24 de julio de 2013, víspera del
día del Apóstol, día grande de Galicia, cerca de las nueve de la noche, un tren
que hacía el recorrido Madrid-Ferrol, descarrilaba, emito las causas que se
barajan.
Llevamos 24 horas viendo imágenes, escuchando
relatos. Vemos con tristeza escenas de dolor, familiares a los que acaban de
comunicarles el fallecimiento de uno de los suyos, entrevistas a
supervivientes, llantos, desconcierto, caos, confusión.
Han sido 80 fallecidos y 87 personas ingresadas en el
hospital, algunas en estado crítico
Desde mi atalaya hoy quiero dar mi más sincero pésame
a los familiares de TODAS las víctimas,