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lunes, 29 de abril de 2013

Siete



Por mi afición a coleccionar fotografías, imágenes y todo lo que se le parezca, el otro día encontré una que llamo mi atención. Era una imagen de un color amarillo y me di cuenta que en ella, todo hacía referencia al número siete. No es que sea mi número favorito, pero me llevo a leer algo sobre ese número y sus misterios.  
La palabra séptimo consta de siete letras, siete son los días de la semana, siete los colores del arco iris y siete los pecados capitales.
Parece ser que los antiguos astrónomos en sus observaciones del cielo vieron que la mayoría de las estrellas no cambiaban de posición las unas con respecto a las otras, sin embargo observaron siete cuerpos celestes que sí lo hacían. El Sol y la Luna, los dos primeros. Los otros cinco eran los planetas que pueden verse a simple vista, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, que los pueblos antiguos consideraban estrellas móviles, estos siete cuerpos celestes dieron nombre a los días de la semana.
En el mundo hispanohablante se dice que los gatos tienen 7 vidas. Aunque en los países anglosajones se diga que tienen nueve.
Los siete brazos del Menorá, (el candelabro sagrado y litúrgico judío). Los siete sabios de Grecia. Los siete metales conocidos en la antigüedad. Siete son las Chakras en el cuerpo humano, siete los sacramentos  y siete las Maravillas del Mundo.
Siete notas musicales, los siete mares, los siete magníficos. Siete los enanitos del cuento, siete los crisantemos que cantaba Sabina. Siete los samuráis, siete los saberes de Edgar Morín y Siete los años en el Tíbet. Los siete libros de la diana, Las "siete virtudes" del Bushidō, Siete los dones del Espíritu Santo, Las siete partidas de Alfonso X el Sabio Y Los 7 arcángeles El 7 es el número místico y mágico por excelencia, recibe el nombre de ‘la cifra de las cifras”.
Para el Judaísmo, el número siete es el que domina el ciclo del año: cada séptimo día es el Sabbat (día santo), así como el séptimo mes es sagrado y el séptimo año, un tiempo sabático. Así, también, el año del jubileo es determinado por el número siete multiplicado por él mismo y la pascua dura siete días. Asi se habla de los “siete frutos de Israel”, los “siete cielos”, las “siete cámaras del paraíso”; las “siete categorías de las almas” y los “siete pastores de Israel”
Idéntico valor posee para el Cristianismo; pero su poder mágico no se limita al ámbito religioso, sino que es extensivo a la cultura en general.
Antaño, por ejemplo, las curanderas, para ser consideradas tales, debían ser la séptima hija de una séptima hija o el séptimo hijo de un séptimo hijo. Asimismo, se creía que el siete era el más sagrado de los números y que los séptimos hijos podían ver el futuro. Esta tradición se fue perdiendo, a medida que las familias dejaban de ser tan numerosas; pero, todavía hacia 1800 era tradición, en familias numerosas, que el séptimo hijo cursara la carrera de medicina. A estos hijos se les conocía como el “Hijo Septimus”.
También, fue considerado un número especial por las culturas precolombinas de América, como la azteca, que veía algo sagrado en el número siete y, por ello, realizaban ceremonias en el denominado Templo Siete Mazorcas, relacionado con el maíz, su alimento básico.
Y por lo visto, cada 7 años el ser humano experimenta cambios significativos en su desarrollo personal.
P.D. Aprovecho esta ocasión para pedirle a Miguel Carcaño que en esta su séptima declaración de los hechos, diga de una vez donde está el cuerpo de Marta del Castillo, para que pueda descansar en paz.

1 comentario:

  1. Mi numero favorito es el 7. Quién iba a pensar que escribirías al respecto... jajaja

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