Seguidores

lunes, 25 de marzo de 2013

Ganas de ti



Al llegar a casa, la luz del salón seguía encendida pero tú no estabas, te llame, y no hubo respuesta, escuche una suave música que venía de la parte de arriba, de nuestra habitación. Así que, deje mis cosas y sin hacer mucho ruido, subí las escaleras.
Allí estabas, con la luz encendida, pero dormías plácidamente, sin percatarte de mi llegada. Me senté  a tu lado, al borde de la cama, deslicé mi mano por tu espalda, intentando meterme en tu sueño, queriendo sumergirme en él.
Te miro mientras duermes, observo tu belleza, las formas de tu cuerpo, escucho tus gestos y beso tu alma, allí, donde tus sueños trasnochan. Trepo por ellos, me cuelgo de tus pensamientos  y justo al borde de tu corazón, quiero pensar que hay horas eternas y noches que no quieren terminar,  porque tú, prolongas mis periodos de felicidad.
Con mi dedo recorro tu espalda y pinto un corazón, luego lo beso, despacio, muy despacio, sin apenas tocar tu piel. Al hacerlo noto como te estremeces, continuo besándote, explorándote, recorriendo con mis labios, toda tu espalda cual explorador, buscando nuevos recovecos, palmo a palmo, descubriendo esos pequeños surcos todavía desconocidos, dibujándolos en mi mente, aprendiéndolos de memoria.
Con mucha calma, sin dejar nada por escudriñar, me empapo de ti, tu cuerpo se convulsiona a cada beso, tu piel se estira, el bello se pone de punta. Despiertas y te giras dejando al descubierto tus senos. Me miras, te miro, me sonríes, invitándome a seguir.
Beso tu frente, tu sien, tu cara, tu cuello, bajo con mis labios hasta tus senos. Los besos son cortos, pero muy, muy  juntos y a cada beso, tu piel se estremece más y más, tu barriga tiene espasmos, contracciones de placer. Besos y más besos.
Cierras los ojos y con los pies empujas las sabanas hacia abajo, dejando tu cuerpo desnudo al descubierto, recorro tus formas, saboreo tu piel, me pierdo en ella.
Te incorporas, me abrazas, me besas y comienzas a desabrochar mi camisa. Botón a botón, despacio vas dejando al descubierto mi torso, besas mi cuello, mi pecho, mis hombros, mis labios y me fundo en ti, y hacemos el amor, convirtiendo ese momento en un momento mágico, en otro de tantos momentos mágicos que cada dia me regalas.
Porque te quiero, porque me gusta tu modo de abrigarme el corazón, porque tus abrazos me llenan el alma, te quiero por qué no sé hacer otra cosa, porque te has quedado a vivir en mis pensamientos.
Porque esto,  mi amor, se acerca a lo que yo simplemente soñé y solo sé que si no existieras, te inventaría.

3 comentarios: