¿Quién no ha recibido alguna vez un correo cadena?
Estos correos llegaban disfrazados como “correos
de la fortuna” correos que nos aseguraban la felicidad, dinero y todo lo que
nos imaginásemos. Solo teníamos que reenviar aquel correo a 10 contactos de
nuestra lista y ya podíamos dormir tranquilos, todo cambiaría como por arte de
magia. Todavía conservo alguno. Eran correos que sinceramente no me gustaban
nada, y siguen sin gustarme, porque no supedito mi vida a que yo, reenvíe o no, ese correo a diez amigos de mi lista. Jamás reenvié ninguno.
Por desgracia estos correos, en la gran mayoría de los casos, son utilizados por los
websmasters de compañías que venden basura,
empresas que negocian vendiendo listas de correos con el fin de enviar
publicidad no deseada, casinos on line, agencias de dinero fácil, en
definitiva, spam, y en el peor de los casos virus informáticos.
Ahora los tiempos han cambiado, vivimos en la era
de las redes sociales y la cosa, para estos incrédulos es muuuuucho más fácil,
solo tienen que compartir y ya tenemos nuestro futuro y la felicidad asegurada.
E incluso algunos de ellos te aseguran que caerás en desgracias si no los
compartes.
Pero no seré yo quien les diga a estos incrédulos
que compartan o dejen de compartir algo. Ya se sabe que con esto de las redes
sociales todo el mundo sabe de todo, todo el mundo lee el New York Times y lo
demuestra compartiendo algún artículo de dicho periódico o el video de una conferencia de una eminencia en
física nuclear.
Pero esto, como otras bobadas corre como la
pólvora y nunca ha de faltar quien lo comparta por si acaso. Aunque yo lo
respete. Cada uno que haga lo que quiera con sus creencias.
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