El otro día, el sábado,
viendo la televisión casi todos los debates versaban sobre la corrupción política, el caso
Bárcenas, lo mal vistos que están los políticos, pero sobre todo del paro, recordemos
que la semana pasada se publicó la cifra de población activa, y ya estamos
llegando a los 6 millones y me hace gracia, cuando escucho a los medios de
comunicación, a los analistas hablar sobre el tema, siempre resaltan el paro
juvenil y lo veía mientras un scroll recorría la pantalla con la siguiente
leyenda “1.800.000 hogares ya tienen a todos sus miembros en paro” y
¿solo les preocupa el paro juvenil? ¿Qué pasa que ahora son los chavales los
que pagan la hipoteca de sus padres?, ¿son los que pagan las letras del coche?
¿el colegio de los pequeños?
Todavía no he
escuchado a ningún político ya sea del color que sea, hablar o mejor dicho,
poner encima de la mesa algún tipo de soluciones para esos parados que no están
dentro del epígrafe juvenil, esos que ya están en los cuarenta, en los cincuenta
e incluso en los sesenta que no olvidemos, que tienen que seguir cotizando
hasta los 67 años para cobrar una pensión de mierda.
En realidad no he
oído a ningún político hablar de medidas para reducir el paro, ni al PSOE, que
ahora se le llena la boca criticando al partido del gobierno por lo mal que lo
está haciendo, ni al partido que gobierna, que solo se ha preocupado de subir
los impuestos y quitarles una paga extra a los funcionarios para reducir el
gasto. ¿Y estos incrédulos rodeados de asesores se creen que la gente va a
consumir más, viendo mermada su economía?; más impuesto, más gasto, menos
pagas, menos consumo, pero si hasta cae de cajón, no hacen falta asesores para
saber esto, pero ellos, ni con estas.
Yo no es que sea
muy listo, pero desde siempre creí que lo que harían, seria reducir el gasto
público, osea, eliminar asesores, coches, Senado, Diputaciones, empresas
públicas de dudosa rentabilidad, etc. Es decir cosas que no sirven más que para
colocar a los amigotes, reducir sus sueldos y con ese ahorro, incentivar la
creación de empleo. Y si, han reducido los sueldos, pero los sueldos de la
clase obrera.
En fin, todo mi
respeto y mi apoyo a los jóvenes que no encuentran trabajo, se lo merecen como
el que más, pero mejor aún, mi apoyo a estos propietarios de una hipoteca, a
los padres de esos jóvenes parados, a los que tienen una familia que sacar
adelante, dar de comer, vestir, etc.
A esos, señores
analistas, a esos son los que tenéis que nombrar, que lo están pasando
muchísimo peor que los jóvenes, que muchos de ellos han podido volver a vivir
con sus padres.
Y hoy lunes un
ratito antes de colgar esta carta, parece como si todos despertaran de un
letargo tontuno, ha estallado una fiebre por crear empleo. Hoy de repente todos
hablan de tomar medidas, de pactos y no sé qué cosas más. Hablan incentivar a
los menores de 30 años, los “jóvenes emprendedores” pero ¿y los que pasan de
los 30? Me parece estupendo, genial, ya era hora, pero seguimos con la misma
cantinela. Y aunque por suerte no es mi caso, parece que los mayores de 30 años,
esos que pagan una hipoteca, esos que pagan universidad de su hijo, esos que
tienen una familia que sacar adelante ya ni cuentan para los políticos, o ¿es que
NO EXISTEN?