Le he escrito una carta al
viento, una carta, un llanto, o quizás un lamento.
Le hablo de ti, de mí, de
esto, de aquello y le hablo de nuestro encuentro.
De lo feliz que era, de que soñaba
con ese futuro a tu lado, con paseos, caminatas.
Soñaba con risas, soñaba con
alegría, con pasión, amor, soñaba contigo.
Y perdido el momento, le he
escrito una carta al viento. Un cuento, una historia, una historia de amor, tal
vez la historia de nuestro encuentro.
Quería regalarte un sueño,
una vida, encallar en tu corazón, sentirte, olerte, amarte. Quería irme a volar contigo, dormir pegado a tu pecho, soñar a tu lado.
Y ahora que has tomado otro camino, mi corazón se ha quedado sin palabras, triste,
ya no sabe qué decir, ya no sabe que soñar.
Sigue pensando que vas a volver. Sueña
que te ve, corre hacia ti, te abraza, te sonríe y te dice al oído: "te
echaba de menos".
Te habla de que ha encontrado un
tesoro enterrado, que desea compartirlo contigo, desea vivir esos momentos,
cumplir esos sueños que tanto habéis imaginado.
Pero ha vuelto a ocurrir, se ha
vuelto a hacer el silencio, otra espera, un vacio, media eternidad.
Porque nada es perfecto, nada es
eterno, y algunas cosas acaban antes de empezar.