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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Medidas de seguridad



¿Realmente estamos seguros? Ya sea en el ciber-espacio, por la calle e incluso en casa, la seguridad no es ni por asomo la idónea.
En internet tomamos “algunas” medidas, nos las suficientes pero ¿Qué mas podemos hacer? Instalamos antivirus, cortafuegos, etc., etc. Pero ¿llegan para un mínimo de tranquilidad? ¿Tendremos que poner un guardia jurado dentro del ordenador? ¿O desconectarnos de internet? Por muchas medidas que tomemos, es igual, te pueden entrar en tu ordenador y curiosear. Supongo que como somos tantos, el porcentaje de que te entre un haker es casi remota. Estos se ocupan de pájaros más grandes. Luego hay los que pescan en internet, lanzan la carnaza en forma de troyano y esperan a que uno pique para desplumarlo.
Y por la calle, ¿estamos seguros? Tirones, atracos, robos en los cajeros automáticos, o raponazos son algunos de ellos. A pesar de que miles de cámaras nos vigilan. Cámaras en establecimientos comerciales,  en los bancos, coches de policía, taxis, comunidades de vecinos, empresas. En cada esquina, hay una cámara enfocándonos.  Pero ¿Y que? La policía los detiene y a la media hora ya están de nuevo en la calle, cometiendo fechorías como si nada hubiera pasado.
Luego en casa, ponemos un pestillo más fuerte o una puerta blindada, algunos  una alarma de todo a cien, pero a los cacos, esto se la trae al pairo. Recuerdo que una vez mi contraria se dejo las llaves puestas por dentro y sin querer cerro la puerta. Me llamo por teléfono pero al estar sus llaves puestas, no me abría ni patrás. Llamamos a un cerrajero y en 5 segundos, eso si, enviándonos muy amablemente al pasillo para no ver como lo hacia, abrió la puerta sin el mas mínimo rasguño.
Y con la llegada del verano, escuchamos en los telediarios los “remedios” para resguardarnos de los amigos de lo ajeno, nos aconsejan por activa y por pasiva, tomar una serie de medidas mínimas para no dar pistas de que la casa esta vacía. Ya sabéis, el rollo de que un vecino te saque el correo del buzón, o que entre algún familiar de vez en cuando para subir y bajar las persianas o bien, nos da por comprar un temporizador para conectar en cada una de las lámparas, programándolas para que se enciendan o apague  a aquella hora determinada, de tal forma que se asemeje lo máximo posible a un día cualquiera. No es que haga mucho, pero al ver luz, supongo que se irán a otra en la que no hay luz.
Así cuando nos vamos de vacaciones salimos  “tranquilos”, porque hemos hecho todo lo que nos han dicho; lo del correo, los dichosos temporizadores, el vecino o el familiar, o alguna ropa en el tendedero.
Pero estas medidas que se desvanecen cuando algunas cosas se conjuran en contra como el caso de que a las páginas amarillas les da por entregar las nuevas guías con lo que a los que no están en casa, se las deja en el felpudo, y allí quedan durante días y días, como diciendo, “no hay nadie en casa”. Nosotros solemos guardar la de los vecinos hasta que regresan y segundo las redes sociales y los niños.
Pero ¿Qué pasa con las redes sociales y los niños? Pues que tu hijo de 12 años, que no sé porqué motivo tiene una cuenta en facebook, proclama a los cuatro vientos que estais de vacaciones en Torrevieja, acompaña unas fotos del viaje y solo le falta poner una nota en el muro del vecino. “no te olvides de regar las plantas, la llave está como siempre, detrás de la maceta.
Y la pregunta es ¿Qué más podemos hacer? ¿No navegar por internet? ¿No salir a la calle? O ¿no ir de vacaciones? Tomemos las medidas pertinentes y hagamos una vida normal.
Pero y  ¿Cómo permite Facebook crear una cuenta a un niño de 11 años?
Esta pregunta nos la hacemos muchos y los responsables miran para otro lado. Quizás para ellos, lo importante sea tener más millones de usuarios que ninguno.




lunes, 19 de noviembre de 2012

Extraña locura



¿Que extraña locura es ésta que cada tarde me trae aquí?, locura que hace que te espere apoyado en la curva del cielo, aguardando a que aparezcas. Para llenar este vacío que cada día dejas en mí, cuando no estás.
¿Qué extraña locura hace que sienta ese cosquilleo, esa necesidad de saber de ti, de tu vida, de tus cosas, de tus inquietudes e incluso de tus manías?
¿Qué extraña locura hace que cada día busque el tiempo que perdí, hace que cada tarde vuele a ese lugar lejano, a 10.000 millas, corra a tu encuentro, y en esa calle que no conozco, llene este silencio que no se callar?
¿Qué extraña locura me hace escuchar esa música que hemos compartido en nuestras conversaciones. Esa fiesta de palabras que nos dedicamos, cariño, amor, planes, futuro.
Hablas mi mismo idioma, sueñas mi mismo sueño, te acercas sigilosamente  y ese momento se convierte en canción, una canción a la que yo pongo música, tú pones la letra y en ella dejamos nuestros sentimientos al descubierto.
Qué extraña locura hace que prolongues mis periodos de felicidad, que me guste tu modo de abrigarme el corazón, este corazón olvidado y despreocupado.

Porque a tu lado, en el rincón de las miradas, dibujo sueños, coloreo el viento y el espacio que ocupas en mi alma.

Porque en tu mundo soy el rey, allí la luna toma el sol de madrugada. En él, si me dejas, viviremos momentos inolvidables, risas, besos, amor y mucho cariño.
Porque te quiero más de lo que quiero, porque como dice la canción, ahí amor, sin ti mi cama es ancha, porque tu presencia taconea mi alma y te siento cerca a pesar de la distancia.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Relatos de la vida



El otro día una persona a la que adoro, me preguntaba ¿en qué te inspiras para tus escritos? Una canción, una foto, una imagen en televisión, un recuerdo, una noticia en la prensa e incluso en ti, le dije.
La inspiración es caprichosa, te viene en el momento menos inesperado. A veces surgen cosas para escribir a borbotones, y otras veces no sale nada.
Recuerdo que antes siempre tenía a mano un blog de notas y en su defecto, salía a la calle con unas hojas de papel y un boli. Cuando surgía ese algo, lo anotaba. Ahora lo hago en el móvil. Me he modernizado.
Pero desde hace tiempo, me gusta observar a la gente. Siempre dedico esos momentos que a veces me regalo, a observar, aprender y disfrutar de esas pequeñas cosas que antes no veía. En la cafetería, a donde suelo volver o en la sala de espera de un hospital, lugar en el que estoy ahora, escribiendo estas líneas, la cabeza se me va, escudriña, busca esos gestos, situaciones que muchas veces me conmueven.
No todo el mundo va a un hospital por gusto y ya sé que tampoco es un sitio para muchas alegrías, aunque algunas, si las hay. No se trata de buscar en la gente, esa cara de sufrimiento que puedan tener, si lleva el brazo en cabestrillo o si se le nota que lo está pasando muy mal. Miro su corazón a través de su mirada, de su aptitud y de sus gestos.
Hace un año por estas fechas y en el mismo lugar, aquí en la sala de espera de coronarias me vino a la cabeza aquella historia que en su día titule “lección de ternura”, no he vuelto a coincidir con aquellos dos entrañables viejecitos, Juana y su marido que me dieron una lección de ternura y yo simplemente me atreví a describirla.
Quizás cambien los actores, pero el escenario es el mismo, las circunstancias parecidas. Todos venimos por esta o por aquella dolencia, ese chequeo rutinario o ese incomodo dolor que te ha surgido.
Hoy he podido volver a sentir aquellas mismas sensaciones, he vuelto a mirar a mí alrededor, me he dejado llevar por ese ronroneo, por los sonidos de una sala de espera. Y cada día me gusta más transmitir estos pequeños relatos. Los relatos de la vida.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Más tonta que nunca



¿Que nos queda por ver en televisión? supongo que mucho, pero no mejor. Yo cada vez la veo menos, me aburre soberanamente. Las cabezas pensantes de este medio me da la sensación de que hacen de todo, menos trabajar.
¿Dónde están los creativos de TV? La publicidad, de la televisión, le está dando lecciones de lo que se debe hacer, creatividad, ingenio y bien hacer.
Siempre he sido bastante crítico con el contenido de algunas televisiones, en concreto y por qué no aprovechar la ocasión para decirlo, puesto que sigue igual o peor, con Telecinco, pero ahora con esto de la TDT se han disparado el número de canales pero no el de ideas, con lo que nos encontramos con más de lo mismo pero en mas cantidad y casi siempre repetido. Quizás me este volviendo ¿más gruñón?, puede ser.
Las productoras se copian unas a otras los formatos de los programas de televisión. Levantas una piedra televisiva y en los últimos años vemos que han salido quinientos programas de nuevos talentos, “el número uno”,  “la voz”, “tu sí que vales”, “puro Cuatro”, etc. y confiemos en que no reaparezca “Operación Triunfo”. A este paso seremos el país con más paro y con más cantantes del mundo.
Algunas repiten modelo antiguo con presentador de moda, como es el caso de Telecinco y su programa “hay una cosa que te quiero decir”, cada vez aburren más.
Pero en los nuevos canales de la TDT, vemos por ejemplo “Jersey Shore”, que todavía no se dé que va, creo que es una especie de Gran Hermano, pero al aire libre y con copas para todos, básicamente se trata de folleteo televisivo, me cuesta pensar que a alguien se le ocurrió esa idea para un programa, y peor todavía que en el estreno de Gandía-Shore, haya tenido 1.000.000 de espectadores, la gente está idiotizada. También tenemos programas pseudo-realities como un chef contratado para levantar un restaurante, este corrige a base de broncas las fechorías de los novatos o malos cocineros, lo mismo con una peluquería. También tenemos  “embarazada a los 16” que supongo que ya os imagináis de que va, o “más que amigos”, que son declaraciones de amor, o  “adelgazar en 40 días”, podría seguir pero es más de lo mismo. ¿Y esto es creatividad?
Luego hay algunos programas en los que, si me paro un poco, me entretienen. Programas de las cadenas Discovery Max o Xplora e incluso a veces Energy, (a pesar de pertenecer a Mediaset) con documentales, “El hombre tiburón”, o “el cazador de venenos”, “cazadores de fantasmas”, “monstruos de rio” o “top gear”, no digo que sean la re-pera, pero entretienen y no a costa de otras personas. Ya sabéis como somos los hombres con esto de los documentales, nos gustan aunque la mayoría de las veces nos quedemos dormidos.
Pero la palma de oro a la estupidez humana se la sigue llevando la cadena amiga con programas como “el juego de tu vida” donde gente anónima se somete a un tercer grado publico a cambio de sus dineritos,  “¿Quién quiere casarse con mi hijo”? “Hombres, mujeres y viceversa”, etc. y como no, las joyas de la corona “Gran Hermano” que a este paso lo verán mis nietos y “Sálvame” en el cual llegan a programar riñas y destripamientos entre los propios colaboradores y cuando no, echan mano de hemeroteca y nos deleitan con más trapos sucios de la vida de éste o aquel famoso, que ni muerto puede estar tranquilo y francamente no entiendo como este programa puede entretener a alguien.
En fin, esta es la televisión que tenemos o la que nos merecemos.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Safari morboso



¿Porque algunos humanos somos tan inhumanos? Es una pregunta que me he hecho muchas veces y todavía sigo sin encontrarle respuesta.
¿Qué misteriosa fuerza hace que nos seduzca tanto lo malo, lo prohibido, el dolor o las miserias ajenas, ya sea hombre o animal? ¿Es que tenemos “un lado oscuro” que disfruta con el mal de otros?  
Leía el otro día un artículo en una revista que decía que, desde hace algunos años, diversas organizaciones de defensa de los animales vienen denunciando a algunas granjas-zoo, que ofrecen espectáculos en “pro” de la recuperación de algunas especies.
En China, oficialmente hay alrededor de 200 “parques” de tigres dedicados al "entretenimiento y la educación" de la población, una especie de Zoo, que surgieron con la supuesta intención de ayudar a su conservación. Sin embargo, la realidad ha hecho que este tipo de instalaciones se hayan convertido en auténticas 'granjas' donde se hacina a los tigres y otros animales, con el fin de ofrecer espectáculo, con lo que la conservación queda en otro plano.
Esto me recordó a otro artículo que acompañaba a un video que vi hace unos meses, el titular era como para ponerlo con luces de neón “Zoo Chino alimenta a los tigres con vacas vivas”. Debajo del titular y en letras distintas ponía  Los tigres devoran vacas vivas para que “los turistas saquen fotos”.
Resulta que los turistas eligen la víctima, en el menú que dicho zoo les facilita. Esta puede ser una gallina o una vaca, dependiendo de lo que elijan, pagaran una cantidad o otra, 4 euros por la gallina y 170 euros por la vaca
Una vez elegido el menú y previo pago, los responsables del zoo, sueltan al animal, si es una gallina, un jeep, entra en el recinto y los encargados la tiran por el aire desde la ventanilla, los turistas ya tienen las cámaras preparadas. El espectáculo está servido. Si es una vaca, un camión la lleva, levanta la caja y se abre la trampilla, la vaca se cae por efecto de la gravedad. Los turistas no pestañean, gritan, sacan unas preciosas instantáneas que luego enseñaran a sus amigos y todos tan contentos.
En otra granja, La Badaltearin Safari Park, también en China, las víctimas son cabras y los verdugos son leones.
Un hombre, coge una cabra de un recinto y la arroja con una pasmosa indiferencia a una fosa llena de leones hambrientos. La pobre cabra, trata de correr pero no tiene ninguna posibilidad, los leones rápidamente la rodean y comienzan el desgarro, “oohhhh, gritos, ruidos de flashes, alegría por tal acontecimiento.
Los dueños de las granjas, se defienden alegando que no hay caza, que al fin y al cabo los tigres o los leones, devoran a sus víctimas vivas como lo harían si vivieran en libertad.
La pregunta que surge es ¿dónde está el disfrute de asistir a tan sangriento espectáculo? .¿porqué no se prohíben este tipo de prácticas?. ¿Por qué no cobran una entrada como en todos lados y a los animales se les da de comer carne troceada?, ahhhhhh, pero así la gente no pagaría ese plus por la vaca  por la gallina o por la cabra. Genial